sábado, 30 de mayo de 2009

Rota en el camino

Si rota me encuentras
un día,
hecha trozos y
de mi andar malherida.

Te ruego que no me despiertes,
y dejes que beba de mi agonía.
Que me mortifiquen los recuerdos,
que me absuelva el propio dolor,
... que me ahogue con mi respiración.

Y no preguntes,
no busques,
sólo deja que fluya.

Aliviame con tu mirada.
Con tus manos
cura mis llagas.
En tu pecho recógeme
y permite que lo deje húmedo
con las lágrimas.

No me pidas que vuelva ya.
Espera ...

Deja que mis pensamientos
resbalen por las paredes de mi cuerpo,
hasta que su roce no lo sienta,
porque mientras resbalan me desgarro entera,
como si a tiras mi piel se despegara.

Abrázame,
con la fuerza que tengas
para soportar esta desesperanza.
No me sueltes, si puedes ...
Y átame con tus brazos,
fuerte,
que no me caiga.


Déjame marchitar,
hasta que otra vez la primavera vuelva
y me convierta de nuevo
en un ser para amar.

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