sábado, 9 de mayo de 2009

Solo me roza el aire

Miro a esas gaviotas que
ahora sobre mi vuelan,
sentada, mientras el sol calienta mi espalda.

Miro al mar y mis ojos se encandilan
con la senda de luz que al sol lleva.
Y sobre mi, las gaviotas.

Mi cuerpo no pesa,
absorta en lo que pienso.
Y como ellas, extiendo mis brazos
y alzo el vuelo.

Y planeo sobre el mar,
en la tarde.
Con las alas bien abiertas,
dejando a los vientos golpear mi cuerpo.

Así quiero vivir,
como gaviota que vuela,
que en silencio se deja llevar por las corrientes.
Que si mueve sus alas con energía,
sigue subiendo,
hasta apenas divisar el suelo.

Bendito vuelo
que me evade,
que me lleva tan alto
que solo me roza el aire.

Desnuda de todo,
sin más afanes,
que sentirme pájaro
con alas grandes.

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