martes, 24 de marzo de 2009

Te siento despierta

Despierta...
y tú ahí en cada instante.
Abro los ojos queriendo volver,
y persistes latiendo
en cada sueño.

Y siento tú aliento,
como respiras,
por la intensidad con la que
alrededor de mí te mueves.
Y hasta siento calor y frío,
y desasosiego.

Despierta ...
mejor así pasar los días
y tú ahí en cada instante.

No me atreveré a romper
este hechizo,
de verte sin tenerte,
de sentirte sin verte,
de tocarte sin estar,
y de ser ...
porque no es real.

Mis raices

No soy tierra firme.
Son frágiles mis raices
y frágiles son
los lazos que a la tierra me atan.

Puedo moverme
y ascender
y correr,
pero no he sacado
mis raices de esta tierra
y los lazos siguen tensos.
Y puedes ver toda mi figura,
y estoy cual estatua, inmóvil.
Y sin embargo,
me muevo, asciendo,
corro y hasta vuelo.

Pero siempre vuelvo,
puedo decir,
pero siempre vuelvo ...
A esa figura, anclada
en la tierra,
firme cual pilar al suelo.

Otros mares

Quisiera apagar este ansía
de vivir otros mares.

Quisiera pensar
que existe recompensa
por quedarme.

Me enseñaron un camino
sin nombrarme los miles
que a mis pies nacen.

Parar a cada momento.
y pensar ...
parar...
y siempre pensar ...
y apagar así esa ansiedad.

Al calor de la arena

Acostados sobre la arena
baja el sol por mis pies,
mientras tu mano
sube hacía mi cuello,
pintando de arena mi cuerpo.

Ciega, del sol y el calor,
y tú silueta negra a mi lado.
Dejamos la brisa pasar
entre nuestros cuerpos,
camino hacía el mar.

Y no nos movemos,
mientras se pierde el sol
por nuestros dedos.

La arena corre por tu piel,
tostada,
ya seca del agua salada.
Y al caer la tarde,
me duermo en tu pecho
y llevo tu mano a mi pelo.

Con las primeras estrellas,
corre más brisa
entre nuestros cuerpos,
que se enfrían,
sobre la arena,
que todavía caliente,
nos quema.

Rumbo a la luna llena

Me duele tanto el alma,
me oprime,
me aplasta como una piedra,
que no deja aire ni tregua.

¿Por qué pesa tanto este deseo?
Quisiera amarte y no puedo.

Si quitara esa piedra
que sobre mi pesa,
mil más aún me quedan.
Si tomo aire, se agota,
como si para mí
ya no hubiera más en la tierra.

¿Porqué no hay más vidas?
¿Porqué sólo esta?

Porqué no me miras,
y eres tú quien levantas la piedra,
y ponemos rumbo
a la luna llena.
Y bajo su sombra,
en la noche,
unimos las almas
como si nunca amaneciera.

Te añoro

Simplemente te miraré.
Te miraré y reposaré mi cabeza
en mi mano,
mientras te miro.

Así siento que recuperaré
los días en que no te tuve cerca.

Así siento que alivio mis pensamientos
ahora,
mientras espero a mirarte
y te añoro soportando
que pase la tarde.

Habría una vida

Solo si pudiera susurrarte al oído
y rozarte con mis labios mientras lo hago,
y decirte despacio lo que siento,
mientras fluye en tu adentro mi aliento.

Y en ese instante, tanto cambiaría.
Y al encontrar tu mirada en la mía,
tus ojos me expresarían,
sin poder ya ocultarlo,
lo que empiezan a sentir.

Sería el momento perfecto,
donde sobre la mesa,
mirándonos directamente
me dirías, también susurrando,
lo que yo pienso.

Y aceptaríamos que existe,
como existe el día,
que entre tú y yo,
habría una vida.

Y empezaríamos a vivirla,
a seguir susurrando,
a dejar de soñar,
a vivir el amor,
que escondido guardábamos.

Quiero bailar contigo

Quiero bailar contigo
toda la noche,
descalza y rozando
la arena,
porque sería junto mar,
al borde del mar.

Quiero bailar contigo
cada noche,
descalza y que las olas
golpeen nuestros tobillos,
porque sería junto al mar,
al borde del mar.

Quiero bailar contigo
hasta el amanecer,
descalza,
y bailar
y bailar.

Viva

Deja al viento que
corte mi cara,
que líe mi pelo,
que me arrastre,
y sentirlo fuerte
y volar
y vivir,
estar viva,
despierta.

Deja a la lluvia que
moje mi pelo, mi cara
y mi cuerpo.

Déjame beberla
y sentirla fuerte,
que intensamente me resbale,
y extender los brazos
y volar de nuevo
y vivir,
estar viva,
despierta.