Tendrás mis manos
cuando las quieras,
tendrás mis labios,
si los deseas.
Tendrás mi piel,
cada pliegue
cada hueso,
todo,
y tendrás también
mi sabor
mi aroma
mi sudor
por estar tan cerca.
Pero no te daré mi alma,
no podrás ni rozarla,
no llegarás ni a su puerta.
No me la pidas,
porque no la mereces.
No intentes ni acercarte a ella.
Estás perdido,
porque no te cuenta
lo que soy,
lo que siento.
No lo sabes,
no lo intuyes
y al contrario que con la piel,
no lo hueles y vas a ciegas.
¿Cuánto vale un alma
para entregarla
sin medida?
Completa.
Podrías herirla.
¿Lo entiendes verdad?
Si la hubieras buscado
con la locura con que yo te buscaba
te la hubiera entregado.
Te hubiera dejado mi alma
en tus manos.
Sin miedo,
para que la hubieras amado,
poseído,
como yo quería,
como habría esperado.
martes, 16 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
me creerías...?
ResponderEliminarme creerías si te dijera
que a través de tus palabras
pude espiar sin que se diera cuenta
esa alma que se esconde
para no ser herida?...
me creerías si te dijera
que a mis ojos se asomaron
lucecitas de tristeza
por sentirme por ti comprendida?...
Paula
www.elmacarronsolidario.blogspot.com