viernes, 14 de agosto de 2009

Aquella tarde me perdí en tus ojos

Fue en Agosto,
Aquella tarde me perdí en tus ojos.

Rendidos,
ante nosotros,
nos tragó la vida
sin piedad.

Nos engulló el deseo.
Nos amamos.
Nos hicimos, de nosotros,
nuestros propios esclavos.

Robamos al tiempo cada día,
en una tierra que no nos pertenecía.
Su polvo,
traspasó nuestros poros,
como veneno.

Pensamos
que morir de amor,
podía ser cierto.

Como ciegos,
nos exploramos,
descubriendo nuestros misterios.
Destapamos
los caminos
andados.

Como desesperados,
agotamos cada instante
de cada encuentro.
Hasta exhaustos entregarnos
los últimos besos.

Abrimos las almas,
desnudas.
Y sin pudor,
conocimos el placer
de mezclar dos vidas.

Como enredaderas
descontroladas,
nos devoramos
el uno al otro.

Como nudos
imposibles,
nos atamos.

Nos encontramos
en aquella tarde,
era Agosto,
nos miramos
y me perdí en tus ojos.

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