lunes, 31 de enero de 2011

27 de Febrero

Al séptimo día
Admiró lo que había creado

Y creó al hombre
Y le dió todo
Y lleno de miserias, lo admiró

Y qué hacemos
Como ingratos arrogantes
Nos permitimos
Dar juicios
En incansable lucha
Por permanecer erguidos
Levantando cabezas sobre otros

Quién escapa de sí mismo
Quién puede escapar
Si nos convertimos
En guardianes, implacables, de nosotros mismos

Que ingenuos
Cuando lo que somos
Se desborda
Se transparenta por nuestros vestidos

Dejad que me rebele
Que me aparte de vuestros ojos
Que no os conceda el placer de coger mis manos
Porque no quiero vuestras rejas
Vuestros envidiosos silencios
O rabiosos gritos
El me hizo libre

Quiero ser como el anciano que no conoce en qué día nació
Que nunca sabrá que edad tiene
Y cuando me preguntes
Te diré que no lo sé

Como el que temporalmente perdió su memoria
Y tiene que empezar a recordar
Y puede que no sepa ni su nombre
Que no se acuerde ni de ti

Como el que dejó todo por un sueño
Sin nada a sus espaldas
Sin mapas
Y nadie sabe de donde vino

Quiero desprenderme de que me encuentren
Porque yo soy mi propia calle

Quiero que la lluvia me moje porque
Dejé el techo al aire

Quiero no hablar por años
O hablar solo a extraños

Quiero sentarme y contar olas,
No llevar reloj, no porque lo olvido
Sino porque no lo tengo

Quiero llenar todo mi corazón
Y amarte sin esperar nada a cambio
Como un loco
Al que nadie entiende

Quiero que alguien me recuerde
Que hoy puedo morir
Para vivir así,
Admirado de todo
Sin derramar esta inocencia

Sin que me importe recordar mí nombre
Ni la edad que tengo
hoy 27 de Febrero

No hay comentarios:

Publicar un comentario