miércoles, 8 de junio de 2011

Perdiendo batallas

A veces nos ponemos armaduras
tan fuertes,
para que nos protejan
de los que nos aman.

Endurecemos nuestra piel,
para cuando nos tocan.
Nuestro corazón,
para recibir su amor,
para sentir al otro.

Nuestro cuerpo,
nuestro ser,
se entumecen
por miedo a herir o ser herido.

Tras la coraza
huimos,
y tratamos de permanecer inertes,
cuando es lo único que no somos.
Solo nos resistimos,
perdiendo, una tras otra,
las batallas en el camino.


1 comentario:

  1. Buff. Gracias por este. Sí me lo permites, se lo envio a una amiga poetisa. Apropiado a manos llenas. Gracias por tan dulce inspiración.
    Un cálido saludo :)

    ResponderEliminar